viernes, 20 de abril de 2012

Portadores


Esta carta va dirigida a todos los cofrades y en especial a aquellas personas que van debajo de un valar, metiendo hombro como si fuera lo ultimo que hacen en sus vidas y sacan las fuerzas debajo de las piedras.
Está escrita por un antiguo portador de Nuestra Madre María Santísima del Monte Calvario, a todos los que han compartido valar y a las futuras generaciones de portadores que vendrán.

 Queridos hermanos portadores:
En pocas semanas comenzará lo que los cofrades tanto anhelamos que llegue: la Cuaresma, tiempo de preparación de la Semana Santa y, para muchos, de reencuentro con otros hermanos del Calvario.
Quizá a algunos Dios los ha enviado fuera de Málaga a trabajar. Otros proceden de pueblos de nuestra provincia, y la mayoría de Málaga capital. Pero incluso los de fuera de Málaga vuelven año tras año para llevar a nuestros Sagrados Titulares, privilegio que se nos ha otorgado como hombres de trono del Calvario.
Los antiguos vuelven para cumplir con la tradición y ocupar de nuevo su sitio en el trono. Yo, como hombre antiguo en el varal, ya retirado por enfermedad, he visto como alguien ocupaba mi lugar, y puedo decir que me siento orgulloso de que se produzca el relevo. Solo espero que esa persona salga durante muchos años con la misma ilusión con la que yo lo hice.
Como portadores, no importa si somos del Cristo o de la Virgen, todos somos de nuestra Hermandad del Monte Calvario. Nuestro compromiso con la hermandad debe llevarnos a ofrecer nuestro hombro y nuestra fuerza al trono que en el que sea necesario, y sólo Dios proveerá.
En este encuentro de cada año en el varal compartimos nuestra alegría e ilusión por el mismo fin: llevar a nuestras imágenes por Málaga como se merecen. Entre tanto, se hacen amigos que serán para toda la vida, y con los que no se perderá el contacto cuando toque marcharse del trono. En la casa hermandad, durante la cuaresma, podemos recordar los antiguos portadores cómo metíamos el hombro y cómo nos animábamos los unos a los otros cuando las fuerzas flaqueaban. Creo que Dios estaba con nosotros en esos momentos tan intensos.
El pasado año 2011, una vez retirado del trono, tuve oportunidad de participar como miembro de la Comisión Externa. Fue un honor poder contemplar la forma de entender lo que significa nuestra Estación Penitencial. Ví a la hermandad unida en la Fe, imponiéndose el criterio de que nosotros también somos Semana Santa. Fue admirable la actitud de los hermanos y la rectitud en el comportamiento en el Santuario de la Victoria cuando se conoció la noticia de la suspensión de la Estación de Penitencia por la meteorología, aunque después de todo no lloviera.
Agradezco a mis hermanos del varal el esfuerzo y la voluntad de todos, de ambos tronos, apoyando a la cofradía que tanto queréis. Entre todos fortalecéis y transmitís lo que es una verdadera hermandad durante la Estación de Penitencia.
Quiero por último pediros que acudáis cuando en próximas fechas se os avise para el tallaje y las reuniones de portadores que se programen, pues será en beneficio de todos. Para informaros de ello, os recomiendo que visitéis con asiduidad la web de la hermandad durante los próximos meses.
De nuevo muchas gracias a todos y espero veros pronto en la casa hermandad.

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